martes, 22 de septiembre de 2009



Es que tenía que pasar tarde o temprano: eventualmente Doña Rosa se daría cuenta de que sentarse al televisor a consumir una hora diaria de Neustadt, haciendo apología de la privatización de ENTEL, era poco menos que un derrame de petróleo sobre los últimos vestigios de luz que le quedaban en el alma:
"Y usted, Doña Rosa, ¿qué prefiere, que tarden meses en ponerle el teléfono, o que varias empresas privadas se peleen por ofrecerle el servicio?".

Cansada de una vida que hasta entonces sólo había consistido en harto libidinosas relaciones con la mercancía, pidió una consulta con su ontólogo de cabecera, y el tipo le dio a elegir entre: a)un folleto de Humanistas y b) el disco Durazno Sangrando. "Ambos tienen sus pros y sus contras", aclaró, "los humanistas ponen toda la onda pero no convocan ni a la mamá; y el disco… si bien es una de las mejores herramientas hasta ahora elaboradas por la humanidad para librar la batalla contra las tinieblas, no deja de ser un simple primer paso"…




Y dijo el Flaco: "es un viaje desde la tiniebla a la luz… y empieza, por supuesto, aquí…".

Y la luz no se hizo, mas se permitió enviar un par de rayos a explorar el territorio, para determinar si es posible abrirse paso entre tanta muerte:

"Está complicado", aseguran, "pero se puede".

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