martes, 5 de octubre de 2010

La biblia y el calefón

Siempre pensé que lo que me mata es la inseguridad.
Pero tratando de hacer del defecto la virtud en ella me centré y, la redescubrí.



Por insegura, nunca me caso ni me divorcio de nada.
Es así como, puedo hablarte de Nietzsche y de Rial en la misma conversación y, te juro, que sobre los dos con el mismo nivel de pasión. Eso es lo que me gusta de mi, apasionarme con situaciones, personas, sin hacerlos fetiches. Aunque no sean mis modelos a seguir. Me gusta poder encontrarle a todo un atractivo.
Muchas veces me sentí incómoda con esta forma de vivir, creí que se vinculaba a una falta de convicciones, o algo por el estilo. Claro, es casi un cliché del sentido común pensar que para formar una identidad se necesita oponerse a "algo" a ciertos patrones.
Pero, me di cuenta que no es así, y que esta es la manera de reconstruir un defecto en una virtud. Entendí que nunca resta la intensidad, que lo que resta es el miedo. Que no hay cosas aburridas sino miradas idiotas.

Talvez por esto quiero ser actriz...en el teatro no puede haber cosas, personas, profesiones ni tiempos que no te gusten. No hay lugar para lo inadmisible. Tenes que estar dispuesto a sentir todo, a SER todo. Ser Evita, Hitler ,o, una chica cosmo con la misma pasión.

Hoy puedo decir que me gusta todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario