viernes, 15 de mayo de 2009

El precio del yo en el mercado contemporáneo

A veces -y cada vez más seguido- pareciera que en estos tiempos, la concreción de los sueños depende sólo de saber venderse.
Hablar de sueños y de ventas suena raro.
Pero, resulta ser,que el mundo empieza a sentir que son más importantes los ruidos que las nueces y que, -no sólo los sueños- sino las mismísimas personas son cotizadas en el mercado humanoide.
A veces no es que el producto-persona sea realmente lo que se busca pero, con un buen packaging y un logo atractivo bastará para convencernos que es lo que parece.
Creo que a mi personalidad le falta marketing.
No importa.
No quiero hacer de mi alma un spot publicitario.

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